«Si al volante miras el celular de vez en cuando, entonces sólo ves la carretera de vez en cuando.»
Conducir un vehículo es una responsabilidad mayúscula, cuyo no cumplimiento de las reglas que regulan su conducción, ponen en riesgo tu vida, la de los ocupantes y la de los demás.
CONDUCIMOS UN MISIL
Si entendiéramos que un vehículo es un poderoso MISIL, que pesa centenares de kilogramos, además con una carga inflamable y explosiva en el tanque, DIRECCIONADO por nosotros y con capacidad de ocasionar graves daños a la población, probablemente nos sensibilizaríamos un poco más respecto a lo peligroso de nuestra conducta y evitáramos situaciones de riesgo como la que estamos tratando aquí.
No se debe utilizar ningún dispositivo electrónico de comunicación cuando manejamos el vehículo.
Es increíble la gran cantidad de conductores que practican ésta fatal acción de hablar por teléfono o enviar y leer mensajes de texto, ver video, o hacer uso de cualquier otro dispositivo electrónico mientras conduce, esto es letal
Se subestima el gran poder de distracción del teléfono celular, al punto que ésta mala praxis lo hace casi el 100% de la población de conductores, lo cual agrava mucha más la situación.
EL ENGAÑO DEL MANOS LIBRES
El problema no son las manos, el problema es la mente, el verdadero problema está en la distracción de la llamada, texto o video.
Es decir, quedan libres tus manos, pero el cerebro continúa ocupado, concentrado en el teléfono, más no en la conducción y se propician los accidentes.
No estoy de acuerdo en creer que, usando la tecnología, a través del Bluetooth u otro mecanismo, donde dejas libres tus manos para tomar el volante, sea suficiente para concentrarte en el camino y en la conducción del vehículo.
En un mundo cada vez más exigente de repuestas inmediatas, nos colocamos tontamente en una situación de emergencia permanente al responder en automático los mandatos del celular.
Si no somos lo suficientemente serenos, selectivos de la acción y con el carácter adecuado para postergar la interrupción del manejo, nos convertimos en adictos y esclavos del teléfono, trayendo esto graves consecuencias y accidentes, impredecibles en su magnitud.
ESTADÍSTICAS ESPELUZNANTES
El uso del teléfono mientras se conduce se ha convertido en la causa N° 1 de muerte accidental vehicular, superando a la causa por ingesta alcohólica.
LAS LEYES LO PROHÍBEN
El artículo N° 169, numeral 12, de la Ley de Transporte Terrestre Venezolana, expresa que serán sancionados con 10 Unidades Tributarias (U.T.), considerando que se trata de una infracción de tránsito grave, el hecho de (cito textualmente): «Conducir vehículos utilizando equipos de comunicación, con excepción del dispositivo de manos libres.» Lo cual, cómo se explicó anteriormente, no es una medida suficiente para evitar el grave problema de la distracción al manejar y hablar por teléfono.
LAS ASEGURADORAS TOMAN MEDIDAS
Considerando que es una infracción de tránsito con una sanción legal tipificada como «grave,» las aseguradoras tomarán muy en cuenta, para efectos de la debida indemnización, lo expresado en el levantamiento de tránsito del accidente y la declaración del siniestro.
APORTE A LA COMUNIDAD
Dada la popularidad que han tenido los teléfonos celulares y su uso indebido mientras se conduce, me ha motivado a colocar mi grano de arena para concientizar a la población de que se debe evitar ésta fatal, nociva e irresponsable práctica.
No uses el celular ni ningún otro dispositivo mientras manejas, es altamente peligroso.
Atentamente:
Ing. José Rafael Hernández Revilla.
Corredor de Seguros.
Director de Capacitación del Colegio de Productores del Estado Anzoátegui COPROSEA ANZOÁTEGUI.