En Venezuela el coronavirus aterrizó sobre una economía sumergida tras ocho años de recesión y una hiperinflación que evaporó la capacidad de consumo de las familias: a diferencia de la mayoría de los países, el debate no se centra en cómo evitar que la pandemia arrastre la economía a una crisis, sino en cuánto se agravará el colapso que comenzó en 2013.
Las exportaciones de petróleo proveen más de dos tercios de los dólares que ingresan a Venezuela, y en los últimos días la cotización del barril ha sufrido una caída en torno a 30%, la mayor desde la Guerra del Golfo en 1991, que se traducirá en menos divisas para importar medicinas, alimentos y combustibles.
El 2019 fue un año espectacular para los mercados financieros en contraste con este 2020, Presento unos números para poner la cuestión en contexto: el S&P 500, el mercado barómetro del mundo, le generó un retorno antes de dividendos a los inversionistas del 28.85% el año pasado, algo completamente inusual para un mercado que NO se estaba recuperando de una crisis.
Pero también fue un año espectacular para Europa, donde el Eurostoxx pagó 23% antes de dividendos, para China, donde el Shanghái Composite pagó un 24% en dólares, para Brasil, donde el Ibovespa generó 25% de retorno en USDs, o para Colombia, donde el ColCap pagó 23.9% en dólares antes de dividendos. Más importante aún, todos estos retornos los vimos en países que gozan de baja inflación, hecho fundamental para discutir lo extraordinario que fue el año.
¿Ahora, por qué fue tan bueno el año pasado (2019), para los inversionistas? Tengo cuatro explicaciones. La primera, que el 2019, fue un año de recesión industrial global, hecho que obligó a los bancos centrales del mundo desarrollado a cambiar el sesgo de la política monetaria de normalización a expansión; segundo, que la Fed sí le puso atención a los analistas de mercado y decidió no contribuir a la inversión de la curva de rendimientos; tercero, que el consumidor de EEUU, Chino, y de Europa en general se mantuvo muy robusto gracias, al bajo desempleo y el incremento visto en los salarios reales; y cuarto, que EEUU y China lograron avanzar en la culminación de un acuerdo “Fase Uno” sobre las reglas futuras del comercio bilateral entre esas dos naciones.
REALIDAD MUNDIAL VS CONTEXTO PAIS
La OPEP, bajo el liderazgo de Arabia Saudita, propuso un significativo recorte en la producción para contrarrestar el impacto del coronavirus, en grandes consumidores de barriles como China y Europa, pero Rusia aliado de Venezuela, socio en algunas Empresas Mixtas, se negó bajo el argumento de que los productores de petróleo de Estados Unidos mantendrían el bombeo para ganar mercado.
Ante la negativa de Rusia, Arabia Saudí inició una guerra de precios rebajando la cotización del petróleo que coloca en Asia, Europa y Estados Unidos , afectando a gran escala a nuestro país, que a duras penas está en una producción de 600 mil BD, al mismo tiempo que anunció un próximo incremento de la producción para ganar mercado. Durante el segundo trimestre de este año, la cotización del crudo Brent –de referencia en Europa– promediará 27 dólares el barril y el WTI 24 dólares, lo que se traduciría en un descenso de 60% respecto al mismo lapso de 2019.
El declive del precio se mezcla con las sanciones de Estados Unidos, que limitan la posibilidad de exportar petróleo y el derrumbe de la producción de Pdvsa que, según el reporte de la OPEP, produjo en enero a abril de este año 733 mil barriles diarios, el nivel más bajo desde 1945. Promedio año 2020/ 535.000 barriles diarios.
Para este año que culmino entre pandemia y crisis nacional, y encierro de la sociedad por falta de gasolina acentuada desde el mes de junio, el gobierno hábilmente utilizo desde el mes de marzo la CUARENTENA RADICAL, obligando a el pueblo y economía en general a quedarse en casa mientras solucionaba con IRAN, el proceso de negociación de traer gasolina en las narices del gobierno norteamericano, que cada día aplicaba sanciones a diestra y siniestra, a través del gobierno autoproclamado del diputado Juan Guaido, quien tomó por asalto varias empresas de capitales mixtos o sociedades en varios países de Venezuela para con juntas directivas ad hoc, administrar esos recursos y sus cuentas bancarias.
Este año el ingreso por exportaciones petroleras de Venezuela sufrió una caída de 87% respecto a 2019 y ubicarse en tan solo 4.500 millones de dólares.
Para colmo de males los ingresos por envió de Remesas de familiares, disminuyo en un 65%, con respecto al 2019, debido al Covid 19 en todo el mundo, y el colapso mundial, cierre o cese de jornadas laborales millones de empleos perdidos, fabricas cerradas, y un nuevo orden mundial laboral donde la tecnología virtual y el hogar se convirtieron en nuevas oficinas, o transnacionales, lo que ocasiono la implosión de nuestro país y su economía si ningún tipo de políticas al respecto para proteger al pueblo, de una Dolarización Anarquizada y caníbal, que se consume a través de las páginas web, que llevan el control de la divisa vs el bolívar, para principios de año se cotizaba el dólar a 70 mil BS X dólar, y termino en un promedio de UN millón Cien Mil Bolívares (1.100.000,00 ).
Nuestro cono monetario sufrido una devaluación de 1450 %, lo que se traduce que el pueblo es más pobre en ese %, además de la hiperinflación y abuso o sobre precio y la devaluación de la moneda o divisa, no existe desde el gobierno central alguna política seria o del Banco Central de Venezuela, para contrarrestar, el saqueo a nuestra nación y pueblo por comerciantes y políticos, o de la economía en general, con un salario de 4 dólares, al cambio los empresarios han puesto en marcha algunas alternativas para mantener a la masa laboral con bono de 20$ al mes, y pago semanal de pasajes, y una bolsa de alimentos, tipo clap, sus ingresos son netamente en divisa ya que todos los precios están dolarizados desde un caramelo hasta una bolsa de mercado, las cuales hay que pagar para llevar las compras realizadas.
En medio de la hiperinflación que estalló a finales de 2017, los venezolanos utilizaron el dólar para fijar precios. Luego lo emplearon para pagar en comercios mediante efectivo o plataformas electrónicas como Zelle. Posteriormente, a inicios de 2020, la banca comenzó a guardar billetes verdinegros como en el lejano Oeste, con un servicio de custodia. Ahora arranca una nueva etapa, con entidades financieras ofreciendo alternativas para movilizar el dinero. A fin de ampliar el menú, evalúan opciones de interconexión para permitir transferencias y pagos de un banco a otro.
Formalmente la moneda venezolana sigue siendo el bolívar, pero avanza una dolarización de facto. Estamos a un paso crucial para la profundización de la dolarización de facto es que al menos la mitad de los depósitos y créditos del sistema financiero estén en dólares.
Bajo el paraguas de la norma vigente, el Convenio Cambiario 1, la mayoría de los bancos venezolanos ya ofrecen a particulares y empresas cuentas en dólares con servicios más amplios que la custodia. Por ejemplo, un grupo de entidades financieras tienen cuentas que permiten transferir y efectuar pagos a través de internet o el teléfono celular a clientes del mismo banco, que también tengan cuenta en moneda extranjera.
Otros bancos, principalmente pequeños, flexibles y dispuestos a arriesgar para ganar cuota de mercado, ofrecen un menú variado: cuentas en dólares con tarjetas de débito que funcionan para pagar en cualquier comercio del país y del exterior.
El trasfondo
Las cuentas en dólares con tarjetas de débito permiten pagar en cualquier establecimiento del país mediante un sistema donde al cliente se le debitan dólares, pero el comercio recibe bolívares. Cuando el comercio y el cliente tienen cuenta en el mismo banco, la operación es solo en divisas.
La interconexión
Un elemento clave para que el dólar siga ganando terreno en la economía formal es que los bancos puedan interconectarse para que, al igual que funciona con el bolívar, empresas y particulares se transfieran divisas de un banco a otro.
Esto requiere que el Banco Central de Venezuela cree una cámara de compensación para las transacciones en divisas, pero las sanciones de Estados Unidos le impiden dar este paso porque las operaciones en dólares que pasen por sus sistemas serían penalizadas.
El gobierno ha dado su brazo a torcer y contempla alternativas. Fuentes del Banco Central explican que actualmente se trabaja con la banca para crear un sistema de intercambio de información en tiempo real, a fin de que las transferencias de dinero de un banco a otro se concreten en pocos minutos. El detalle clave es que esta plataforma es multimoneda y deja abierta la posibilidad de emplearla, por ejemplo, con euros o yuanes.
Otra alternativa en gestación para la interconexión es que distintos bancos están realizando pruebas para crear una pequeña cámara de compensación entre ellos, algo que marcha lentamente mientras se pone a tono el sistema.
La dolarización de facto, en Venezuela es una realidad, en la que el dólar gana peso en la economía pero convive con una moneda, que el Banco Central continúa emitiendo, como es el caso del bolívar, genera impactos en distintos frentes que actualmente están en evaluación por asesores del gobierno. En la lista de consideraciones destaca que el Banco Central solo controla la fracción en bolívares de la cantidad de dinero en la economía y por tanto la herramienta de la política monetaria pierde efectividad.
No obstante, el gobierno se hace de la vista gorda y deja que la banca nacional, realice aperturas de cuentas en dólares, que podrían facilitar el ingreso al país de divisas que los venezolanos, tienen depositadas en bancos del exterior, ayudar a preservar el valor de los depósitos en el sistema financiero y elevar la intermediación mediante la entrega de créditos en dólares.
El avance
De acuerdo con la proyección desde Ámbito Económico al cierre de julio de este año, 66,3% de las transacciones comerciales en Venezuela se hacían en dólares, 31,1% en bolívares y 2,6% en otras divisas. El 59,4% de los pagos en dólares eran en efectivo, 25,3% mediante Zelle u otras plataformas y 14,8% mediante tarjetas extranjeras, es decir, las cuentas y facilidades que comienza a ofrecer la banca venezolana tienen un amplio mercado si logran reducir el uso del efectivo y las plataformas electrónicas.
Lamentablemente para nuestro país Venezuela, después de una hipócrita lucha, contra todas aquellas organizaciones, personas y especialistas en esta materia, el chavismo dejo que el país se autoanarquizara y se autodolarizada, de forma espiral y brutal, ya teníamos 8 años con una economía de precios, basados a un tipo de cambio paralelo o dólar negro, por el cual los precios se dolarizan o se ajustaban a ese dólar especulativo.
Los escenarios posibles, de nuestra economía para este año 2021 nos son tan diferentes y sin ningún tipo de políticas económicas, para combatir esta realidad de este año 2020.
Lic. Julio Herrera Director Ejecutivo Analista Económico Int.