Insisto en este tema, ya que la actividad aseguradora en cualquier parte del mundo, se basa en éste principio, como es LA MAXIMA BUENA FE, y éste principio implica que se debe acompañar de: Empatía, Cordialidad, Nobleza, Calidez, Comprensión, Agrado, Seguridad de Protección, Confianza, Dedicación, Perseverancia, Insistencia, Honestidad.
Productos que se adapten a las verdaderas necesidades del asegurado. Tener estas cualidades dan al Asegurado, a la Aseguradora y al Intermediario, satisfacción cuando se cierra el negocio con el pago de la prima correspondiente, y si ante un siniestro todas las cualidades antes nombrados se activan, pueden garantizar una renovación del contrato, en los términos, condiciones y prima que haya que ajustar, para seguir manteniendo un buen y acertado servicio.
En los últimos tiempos hemos visto con mucha preocupación, que muchos contratos no son renovados por un factor de falta de recursos, y otros emigran a otras aseguradoras, o a otros Intermediarios por incumplimiento, y un mal servicio ante cualquier siniestro, lo cual no es conveniente, para todas las partes involucradas, porque la renovación es prueba de una excelente relación que solo se logra con la aplicación, del PRINCIPIO DE LA BUENA FE.
JAM Julian Atencio Martinez
Corredor de Seguros Credencial 170
Julian.atencio28@gmail.com