Introducción: vamos “a bucear” en cuanto al rol del Actuario en Venezuela, específicamente en el sector asegurador que se rige por la Ley de la Actividad Aseguradora. Tomaremos como base el documento guía de la ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DE SUSCRIPTORES DE SEGUROS”. Octubre 2003.
En el caso venezolano debemos hacer énfasis en que llegó el momento de fijar un perfil de sus atribuciones o rol en las aseguradoras, prepagadas, administradoras de riesgos, fondos administrados, cooperativas, reaseguradoras.
Actualmente, son pocas las aseguradoras con un perfil definido y cuando existe se limitan a algunas especificaciones de las normas que rigen la actividad, lo cual desaprovecha su capacidad profesional que va mucho más allá de las meras aprobaciones exigidas por la normativa.
Su formación académica le permite desarrollarse más allá de una nota técnica y de las reservas técnicas, tal como explicamos en nuestro “a la cartacturial n.º 2”.
En este sentido, debemos tener un propósito:
“Contribuir a un mejoramiento continuo de la actividad aseguradora mediante la aplicación de las Ciencias Actuariales dirigida a garantizar la capacidad técnica y financiera de los entes supervisados”.
Con esta proposición trazaremos un camino posible a seguir.
Una vía o guía: nos preguntamos: y qué hacen otros países con las atribuciones del Actuario. Existen en el mercado asegurador dos roles, uno, llamado Actuario responsable y, otro, el actuario. En el primero, existe normativa específica para identificar su rol y el segundo su desempeño es como el nuestro con algunas variantes.
El Actuario responsable, es un empleado de la empresa y sus funciones y responsabilidades las dicta la normativa legal y la operativa del ente supervisor tiene contacto directo con este Actuario. En tales elementos de control interviene activamente el Colegio Profesional local.
En el segundo caso, se limita a verificar y aprobar las normativas de la ley ante del ente supervisor. Y puede ser requerido sus servicios a conveniencia de la empresa. Caso venezolano.
Veamos un ejemplo orientador que nos sirva como base para un buen comienzo. El Actuario responsable, caso Canadá:
El documento guía nos especifica este rol así:
“…en Canadá ha crecido de una manera constante, desde la histórica valuación de pasivos, hacia el monitoreo de la calidad de los activos para calzar los pasivos sobre una base continua. Este rol expandido incluye el proporcionar reportes prospectivos para el Consejo de Administración sobre diferentes escenarios y pruebas de stress sobre la situación financiera presente y futura de la compañía, identificando los riesgos y los aciertos de la gestión de las compañías.”
Y continua… “Bajo el sistema canadiense, las responsabilidades del actuario son establecidas en la legislación y en los requerimientos directos de la autoridad supervisora. Un cuerpo detallado de guías y estándares profesionales emitidos y controlados por un colegio profesional local apoya estos requerimientos.”
Nos parece que este es un buen comienzo para orientar nuestros pasos en la búsqueda de las adaptaciones ambientales para lograr lo propuesto que puede conseguirse en un horizonte de 10 a 15 años. Es hacer camino al andar.
No aspiramos que un “rol normativo” de este calibre, se consiga de un día para otro, comprendemos que debe existir, además de las normativas, la experticia actuarial del propósito, lo cual implica formación en función de la norma. Lo importante es empezar de menos más. Lo mínimo posible.
Veamos sus características:
• Normativa legislativa
• Requerimientos del ente supervisor.
• Un colegio profesional.
La normativa legislativa es la Ley de Actividad Aseguradora y su reglamento del ente supervisor.
Los requerimientos del ente supervisor es la normativa operativa incluye la supervisión directa sobre el Actuario responsable.
El colegio profesional que agrupa a los actuarios se le presenta la oportunidad de contribuir de una manera técnica y legal al avance de la actividad aseguradora.
¿A dónde llegar? en principio debemos tener un Sistema Estadístico Técnico – Financiero único e integrado que incorpore a las empresas en línea directa al ente supervisor. Así como existe un Código Contable, debe existir un Sistema Estadístico que al cierre de mes actualice en línea al ente supervisor.
Este Sistema Estadístico debe llegar hasta la definición probabilista del riesgo y su ubicación técnica y ambiental. Técnico ante la estructura de coberturas y productos y ambiental su ubicación en la identificación y ámbito geográfico. Es la mineralización de la actividad en todo sus componentes, hasta donde sea posible.
Por ejemplo, la ubicación del riesgo por estado – municipio de lo asegurado permite hacer evaluaciones sectoriales por perfiles de riesgos. En el caso de las empresas por tipo de industria, en la salud las clínicas modelan el riesgo.
Elementos que alcanzan a configurar perfiles específicos de aseguramiento para obtener tarifas estratificadas, donde aplique.
Además, existen los censos poblacional, de los Comercios e Industrias que bien pueden conjugar con nuestro Sistema Estadístico Técnico – Financiero para lograr un mapa sectorial asegurador, podemos hasta llegar a un Mapa de Seguro.
Este sistema toma relevancia cuando hablamos de los micro seguros y evaluamos la penetración de los seguros en el ámbito geográfico, dado que es posible comparar el crecimiento poblacional, social y económico de los estados o regiones versus el aseguramiento de personas y/o patrimonios.
Y nos preguntamos, si el sector asegurador privado fuese un apoyo de la Seguridad Social, existen elementos técnicos y productos que lo hacen posible.
Llegar a este modelo le imprime al organismo supervisor un carácter promotor en el desarrollo de la actividad, una nueva visión como soporte a la supervisión.
¿Por dónde empezar? Cuando decimos empezar de menos a más, nos ubicamos a partir de lo existente. En el caso venezolano tenemos un camino andado desde el punto de vista estadístico y la creación del Actuario Independiente.
Veamos, El Seguro en Cifras es un demostración del mejoramiento continuo, es cada vez más útil. Comparemos lo seguros en cifras de los años setenta con el seguros en cifras de hoy.
Después tenemos la Información Financiera Mensual, como soporte para el seguimiento de la actividad empresa por empresa de utilidad comparativa, el Primer ejemplar de la Evaluación Sectorial de Riesgos del Sector Asegurador Venezolano 2020, evalúa la vulnerabilidad del sector ante amenazas delictivas y el Boletín Mensual de Cifras, creado en noviembre 2021 que estudia el comportamiento global de las empresas total y por estratos.
Por otra parte, tenemos la implementación del Actuario Independiente, es también un ejemplo del posible “Bien Hacer”. aunque es muy limitativo en sus funciones es un punto de partida para avanzar y un soporte técnico – financiero con mirada al futuro.
Todos estos elementos en su conjunto son herramientas para avanzar, tal como ya mencionamos, hasta la definición probabilista del riesgo y su ubicación técnica y ambiental, siempre y cuando con la tecnología de hoy en día vayamos a un riesgo multidimensional y dinámico, este es el reto.
Tal cometido servirá de soporte al Actuario Independiente en particular y a la actividad aseguradora como soporte para su expansión geográfica, creación de productos, vías de comercialización y al ente supervisor como principal promotor de la evolución del seguro privado, dado el apoyo del Sistema Estadístico Técnico – Financiero oportuno y veraz del riesgo, sus coberturas y pólizas.
Una manera de iniciar una nueva etapa del Actuario Independiente podría ser las Auditorías Técnicas. ¿cómo sería el perfil de tal auditoría?
Indudablemente, esta es una apretada síntesis de una visión de la amplitud aseguradora cuando existen las herramientas informáticas y la capacidad técnica.
Mis Saludos. José Vicente Torres
Caracas, 01-07-22
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