C.S Rubén Portillo-Jaimes

Todo parece indicar que a raíz de la pandemia estamos acelerando el camino a que todas nuestras actividades sean online,  la “Nueva Normalidad”, es y seguirá siendo ahora más que nunca trabajar desde la casa, publicitar y hacerse presente a través de las redes y de los medios digitales.

Esto está obligándonos a cambiar las reglas del juego, las oficinas están perdiendo sentido, nuestros empleados y asistentes se reducen a un mínimo y los que quedan están haciendo el trabajo desde sus propias casas, el internet está sustituyendo la presencia física y los traslados, donde también influye la escasez o el alto costo del combustible, se reducen a lo estrictamente necesario.

Esta corriente no tiene retroceso, al contrario, todo parece indicar que el mundo nunca volverá a ser como antes de la pandemia, estamos en presencia y somos protagonistas del desarrollo de un nuevo modelo de vida que nos están imponiendo las circunstancias y que llegó para quedarse.

Nuestros aliados empresariales, las aseguradoras, marchan a toda carrera hacia la digitalización de todo el trabajo bajo este nuevo concepto, mientras se lleva a cabo una dramática reducción de personal e infraestructura física a lo estrictamente necesario, se implementan novedosas plataformas digitales permitiéndoles a los asegurados el acceso a  sus contratos donde pueden solicitar información, modificaciones, realizar pagos de manera directa y consultar servicios entre otras muchas opciones.

Nuestro trabajo debe ser revisado desde sus mismas bases, si bien el “puente de confianza” que establecemos con nuestros prospectos y asegurados no puede ser sustituido por plataforma alguna, los canales de  información que antes éramos están siendo suplantados por medios digitales de última generación, con bots o gráficos que en imágenes  “dicen más que mil palabras”, los prospectos y asegurados ahora pueden literalmente “entrar” directamente a las empresas y solicitar todo tipo de información, cotizar, emitir y hasta pagar directamente desde la comodidad de su hogar, sin duda alguna muchas de nuestras funciones están siendo suplidas por la digitalización.

¿Cuál va a ser nuestro papel ahora?, ese que no pueda ser reemplazado por los medios automatizados, el asesoramiento técnico, profesional y personalizado de ningún modo podrá ser sustituido,  la confianza ganada a pulso en base a conductas serias éticas, técnicas y sinceras, la asistencia oportuna ante el siniestro, la recomendación y el apoyo para estar presentes de cualquier manera ante lo que el destino le depare a la familia o a la empresa, jamás podrá ser suplida, somos el nexo entre la fría realidad empresarial y el calor humano de la sociedad al momento de la verdad, esto no puede ser programado digitalmente, solo el ser humano tiene la capacidad de hacerlo, por eso nuestra compromiso de intermediación, ese enlace humano y personal nunca podrá ser reemplazado, nada la sustituirá,  siempre tendrá vigencia.

Maracaibo,  Venezuela Abril 2022

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